EROS
EL
DIOS GRIEGO DEL AMOR
En
la mitología griega, Eros
(en griego antiguo
Ἔρως)
era el dios primordial responsable de la atracción sexual, el amor y
el sexo, venerado también como un dios de la fertilidad. En algunos
mitos era hijo de Afrodita y Ares, pero
según El
banquete
de Platón
fue concebido por Poros
(la abundancia) y Penia
(la
pobreza) en el cumpleaños de Afrodita.
Esto explicaba los diferentes aspectos del
amor.
De
acuerdo con la tradición iniciada por Eratóstenes, Eros era
principalmente el patrón del amor entre hombres, mientras
Afrodita presidía sobre el amor de los hombres por las mujeres.
Su estatua podía encontrarse en las palestras, uno de los
principales lugares de reunión de los hombres con sus amados, y a él
hacían sacrificios los espartanos antes de la batalla.
Cita
de Meleagro
en la Antología
Palantina:«La
reina Cipria, una mujer, aviva el fuego que enloquece a los hombres
por las mujeres, pero el propio Eros convence la pasión de los
hombres por los hombres.»
La
adoración de Eros era poco común en la Grecia
más antigua, pero más tarde llegaría a estar muy extendida. Fue
adorado fervientemente por un culto
a la fertilidad
en Tespia
y jugó un importante papel en los misterios
eleusinos.
En Atenas,
compartió con Afrodita
un culto muy popular y se le consagraba el
cuarto día de cada mes.
Eros,
muy enfadado con Apolo
al haber bromeado éste sobre sus habilidades como arquero, hizo que
se enamorase de la ninfa Dafne,
hija de Ladón,
quien lo rechazó. Dafne rezó al dios río Peneo
pidiendo ayuda, y fue transformada en un árbol de laurel, que se
consagró a Apolo.
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